Ceremonia de los Voladores, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Por qué la Ceremonia de los Voladores es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad:

Esta ceremonia es una danza ritual asociada a la fertilidad cuyos orígenes se remontan al mundo prehispánico. Incorpora música, movimiento, indumentaria y un ceremonial religioso, y su despliegue es increíblemente vistoso y original. Esta danza es ejecutada por diversos grupos étnicos de México y Centroamérica; sin embargo, es en la región del Totonacapan, en el noroeste de Veracruz y el norte de Puebla, donde se encuentra su práctica más representativa, principalmente entre los totonacos.

Su valor excepcional:

Esta danza ritual reafirma la identidad de los grupos que la practican, pero al mismo tiempo está vinculada al ciclo de la vida. Se suele ejecutar durante las fiestas patronales, los carnavales, solsticios y equinoccios, Día de Muertos y fiestas asociadas con la siembra y la cosecha de cultivos, con el fin de invocar o agradecer la prosperidad. La forma de esta danza es única: cuatro jóvenes trepan por un mástil entre 18 y 40 metros de altura. En una plataforma en lo más alto del mástil, un quinto hombre, el caporal, toca con una flauta y un tambor melodías en honor al sol, así como a los cuatro vientos y los puntos cardinales. Tras un acto de invocación los danzantes se lanzan al vacío desde la plataforma a la que están atados por largas cuerdas. Giran imitando el vuelo de los pájaros mientras la cuerda se desenrolla y así descienden paulatinamente hasta alcanzar el suelo.

Elementos icónicos:

El mástil con los cuatro danzantes y el caporal ataviados con su indumentaria característica de rojo y blanco.

Guía turística para conocer la Ceremonia de los Voladores:

La danza de los voladores se ha popularizado mucho y ahora es fácil verla en ferias turísticas, el Museo Nacional de Antropología e Historia y diversas zonas arqueológicas de todo el país. Sin embargo, lo mejor es admirarla en su entorno original y especialmente en las fiestas de los hermosos pueblos mágicos de Papantla, en Veracruz, y de Huauchinango, Tlatlauquitepec y Cuetzalan, en Puebla.

Año de nombramiento:

2009.

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